miércoles, 15 de julio de 2009

La luna se asoma, alta y pálida, por entre las ramas de un árbol frondoso. Los ruidos se oyen extrañamente lejanos. Desde una ventana llegan algunas notas de una música lenta y agradable. Un poco más abajo, las líneas blancas del campo de tenis resplandecen rectas bajo la palidez lunar y el fondo de la piscina vacía espera melancólico el verano. En el primer piso del edificio una muchacha rubia, no muy alta, de ojos azules y piel aterciopelada, se mira indecisa en el espejo.

lunes, 13 de julio de 2009

Si pudiera detener el tiempo y echarle un vistazo al pasado, si el ayer fuera el hoy o el hoy el ayer... SI pudiera volverte a ver...

domingo, 12 de julio de 2009

Qué rápido pasa el tiempo cuando estamos juntos y qué despacio cuando estamos a 400 kilómetros. Pasa lo mismo cuando viajamos para vernos, el viaje de ida puede decirse que se nos hace largo pues nos vamos a ver y vamos a estar juntos, el de vuelta es el más rápido.
En conclusión puedo decir que cuando quiero que llegue el momento de verte el tiempo pasa despacio.
Sé que algún día estaremos juntos para siempre, o por lo menos lo espero, y cuando llegue el momento de no separarnos no tendremos que tener en cuenta el tiempo.