domingo, 12 de julio de 2009

Qué rápido pasa el tiempo cuando estamos juntos y qué despacio cuando estamos a 400 kilómetros. Pasa lo mismo cuando viajamos para vernos, el viaje de ida puede decirse que se nos hace largo pues nos vamos a ver y vamos a estar juntos, el de vuelta es el más rápido.
En conclusión puedo decir que cuando quiero que llegue el momento de verte el tiempo pasa despacio.
Sé que algún día estaremos juntos para siempre, o por lo menos lo espero, y cuando llegue el momento de no separarnos no tendremos que tener en cuenta el tiempo.

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